Preso hispano que se fugó de cárcel de NJ agradece herramientas a oficial de corrección
La misiva fue dada a conocer públicamente por el fiscal del condado Union Theodore J. Romankow, quien volvió a repetir que la fuga fue tan espectacular como las que se ven en las películas de Hollywood.
La carta, dejada en la celda al “oficial” fue escrita por José Espinosa de 20 años y sentenciado a 17 años por asesinato y que junto a Otis Blunt escapó de la prisión estatal de Elizabeth, cavando un pequeño túnel a través de las paredes de la celda, quitando pesados bloques y tapando el hueco con páginas de revistas pornográficas en las que aparecen sugestivas modelos en diminutos bikinis.
Ambos reos, ahora fugitivos de la ley, saltaron también una valla de 25 pies y alambrada y antes escalaron 15 pies hasta llegar a la azotea de uno de los pabellones de la penitenciaría. El fiscal anunció una recompensa de $6 mil dólares por cada uno de los prófugos, pero al cierre de esta nota no habían sido ubicados, pese a que se ha desatado una intensa cacería que incluye a guardias estatales y policías municipales.
Espinosa, a quien las autoridades sindican como miembro de la sangrienta pandilla “Bloods” (Sangrientos) se declaró culpable de homicidio agravado en tercer grado ocurrido durante un tiroteo en agosto del año 2005. Blunt estaba a la espera de un juicio por robo en el que también se usaron armas de fuego y algunas personas resultaron heridas.
La fuga fue descubierta por las autoridades carcelarias el sábado en la tarde a eso de las 5:15, cuando uno de los oficiales los llamó para la cena. En ese momento, dijo el fiscal, ambos probablemente ya llevaban varias horas de escape.
En sus camas dejaron muñecos hechos con toallas, almohadas y sábanas para simular que estaban acostados. El fiscal aseguró que la investigación en marcha determinará si los fugitivos realmente recibieron ayuda de algún oficial de la prisión.
Los reos usaron un pedazo de alambre de ocho pulgadas para remover los bloques de 8 x 16. Uno de esos bloques unía la pared que separaba las celdas de los fugitivos y el segundo estaba en la pared que comunicaba con el exterior. Usaron también una manija (especie de martillo) de 10 libras para empujar los bloques y ala pieza había sido robada de un armario de la prisión, pero el fiscal no dejó en claro cómo consiguieron el alambre.
Los residuos de la remoción, los escondían en una pequeña bolsa de plástico que se les de a cada recluso. Blunt se metió por el hueco de la suya a la celda de Espinosa y de allí salieron por el otro hueco para saltar hacia un techo de 35 pies ubicado más abajo para luego escalar el enrejado que los llevó a la calle.
Autor: Miguel Cruz Tejada
La carta, dejada en la celda al “oficial” fue escrita por José Espinosa de 20 años y sentenciado a 17 años por asesinato y que junto a Otis Blunt escapó de la prisión estatal de Elizabeth, cavando un pequeño túnel a través de las paredes de la celda, quitando pesados bloques y tapando el hueco con páginas de revistas pornográficas en las que aparecen sugestivas modelos en diminutos bikinis.
Ambos reos, ahora fugitivos de la ley, saltaron también una valla de 25 pies y alambrada y antes escalaron 15 pies hasta llegar a la azotea de uno de los pabellones de la penitenciaría. El fiscal anunció una recompensa de $6 mil dólares por cada uno de los prófugos, pero al cierre de esta nota no habían sido ubicados, pese a que se ha desatado una intensa cacería que incluye a guardias estatales y policías municipales.
Espinosa, a quien las autoridades sindican como miembro de la sangrienta pandilla “Bloods” (Sangrientos) se declaró culpable de homicidio agravado en tercer grado ocurrido durante un tiroteo en agosto del año 2005. Blunt estaba a la espera de un juicio por robo en el que también se usaron armas de fuego y algunas personas resultaron heridas.
La fuga fue descubierta por las autoridades carcelarias el sábado en la tarde a eso de las 5:15, cuando uno de los oficiales los llamó para la cena. En ese momento, dijo el fiscal, ambos probablemente ya llevaban varias horas de escape.
En sus camas dejaron muñecos hechos con toallas, almohadas y sábanas para simular que estaban acostados. El fiscal aseguró que la investigación en marcha determinará si los fugitivos realmente recibieron ayuda de algún oficial de la prisión.
Los reos usaron un pedazo de alambre de ocho pulgadas para remover los bloques de 8 x 16. Uno de esos bloques unía la pared que separaba las celdas de los fugitivos y el segundo estaba en la pared que comunicaba con el exterior. Usaron también una manija (especie de martillo) de 10 libras para empujar los bloques y ala pieza había sido robada de un armario de la prisión, pero el fiscal no dejó en claro cómo consiguieron el alambre.
Los residuos de la remoción, los escondían en una pequeña bolsa de plástico que se les de a cada recluso. Blunt se metió por el hueco de la suya a la celda de Espinosa y de allí salieron por el otro hueco para saltar hacia un techo de 35 pies ubicado más abajo para luego escalar el enrejado que los llevó a la calle.
Autor: Miguel Cruz Tejada