Embajador interroga a cónsul que llamó a la Migra
Aunque Gallegos partió de regreso a Washington, D.C. sin hablar con la prensa, la cónsul Escala declaró ayer que, luego de la reunión, “el embajador me expresó su respaldo y del gobierno de mi país”.
Escala dijo a EL DIARIO/LA PRENSA que lo que se ha buscado bajo su gestión es eliminar la corrupción en el consulado y que se aclare “que ninguna agencia está autorizada a expedir pasaportes” en nombre del mismo. La cónsul indicó que no es a ella a quien se está investigando sino los hechos ocurridos a través de los años, en torno a la falsificación de pasaportes.
Jaime Porras, presidente del Centro Cívico Ecuatoriano (CCE), declaró que el embajador Gallegos partió “prometiendo dar una solución justa al incidente ocurrido en el consulado”.
Anunció también que anoche, los directivos del CCE se reunirían para pronunciarse al respecto. “Buscamos proteger a nuestra comunidad y no podemos permitir actitudes arbitrarias y faltas de ética”, dijo.
En los alrededores del edificio, el ex cónsul del Ecuador, Dr. Luis Góngora Chong, conjuntamente con Ingrid Moscoso y Karen Fiscal, dos empleadas despedidas del consulado tras el incidente del viernes 30 de noviembre, intentaron dialogar con el embajador ecuatoriano, sin conseguirlo.
“El embajador, que estaba comprometido a reunirse con nosotros ha evadido esa responsabilidad”, dijo Góngora Ghong, pidiendo esclarecer “si la cónsul llamó a inmigración con una autorización expresa de una autoridad superior —como dice— o solamente ha sido el error garrafal de ella”.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes cuando el empleado de la sección pasaportes del Consulado Ecuatoriano, Carlos Reyes, fue acusado por la cónsul Escala de falsificar documentos.
Escala trató de retener al empleado y llamó a Inmigración, conociendo su condición de indocumentado. La madre del empleado, Nancy Córdova, acudió a las oficinas del consulado y dijo haber sido agredida física y verbalmente por la cónsul diciendo “que yo era otra ilegal como todos los ecuatorianos ilegales que vienen a jod… a este país”.
Fiscal, una de las empleadas que trabajaba en el consulado desde el 2004, dijo que fue despedida el pasado lunes, sin ninguna razón, y atribuyó su despido al hecho de haber sido testigo del incidente. “La cónsul se dio cuenta que estábamos, no como cómplices de nadie, sino a favor de la justicia”, afirmó.
“Todo fue una injusticia y nadie esperaba esa actitud de una cónsul, aquí no hay falsificaciones de nada, y todo se debió resolver dentro del consulado”, acotó Moscoso, la otra despedida.
Walter Sinche, activista ecuatoriano, declaró que respaldaba la acción de la cónsul en contra de la corrupción, “pero no ha sido un procedimiento adecuado el llamar a inmigración”. “Hará aumentar el temor de la comunidad de acudir a estas oficinas”, dijo.
Góngora Chong —quien fue cónsul hasta diciembre del año pasado— fue más drástico y exigió “la destitución inmediata” de Escala “para que pueda volver la paz y la tranquilidad entre la comunidad ecuatoriana en el exterior”.
Escala dijo a EL DIARIO/LA PRENSA que lo que se ha buscado bajo su gestión es eliminar la corrupción en el consulado y que se aclare “que ninguna agencia está autorizada a expedir pasaportes” en nombre del mismo. La cónsul indicó que no es a ella a quien se está investigando sino los hechos ocurridos a través de los años, en torno a la falsificación de pasaportes.
Jaime Porras, presidente del Centro Cívico Ecuatoriano (CCE), declaró que el embajador Gallegos partió “prometiendo dar una solución justa al incidente ocurrido en el consulado”.
Anunció también que anoche, los directivos del CCE se reunirían para pronunciarse al respecto. “Buscamos proteger a nuestra comunidad y no podemos permitir actitudes arbitrarias y faltas de ética”, dijo.
En los alrededores del edificio, el ex cónsul del Ecuador, Dr. Luis Góngora Chong, conjuntamente con Ingrid Moscoso y Karen Fiscal, dos empleadas despedidas del consulado tras el incidente del viernes 30 de noviembre, intentaron dialogar con el embajador ecuatoriano, sin conseguirlo.
“El embajador, que estaba comprometido a reunirse con nosotros ha evadido esa responsabilidad”, dijo Góngora Ghong, pidiendo esclarecer “si la cónsul llamó a inmigración con una autorización expresa de una autoridad superior —como dice— o solamente ha sido el error garrafal de ella”.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes cuando el empleado de la sección pasaportes del Consulado Ecuatoriano, Carlos Reyes, fue acusado por la cónsul Escala de falsificar documentos.
Escala trató de retener al empleado y llamó a Inmigración, conociendo su condición de indocumentado. La madre del empleado, Nancy Córdova, acudió a las oficinas del consulado y dijo haber sido agredida física y verbalmente por la cónsul diciendo “que yo era otra ilegal como todos los ecuatorianos ilegales que vienen a jod… a este país”.
Fiscal, una de las empleadas que trabajaba en el consulado desde el 2004, dijo que fue despedida el pasado lunes, sin ninguna razón, y atribuyó su despido al hecho de haber sido testigo del incidente. “La cónsul se dio cuenta que estábamos, no como cómplices de nadie, sino a favor de la justicia”, afirmó.
“Todo fue una injusticia y nadie esperaba esa actitud de una cónsul, aquí no hay falsificaciones de nada, y todo se debió resolver dentro del consulado”, acotó Moscoso, la otra despedida.
Walter Sinche, activista ecuatoriano, declaró que respaldaba la acción de la cónsul en contra de la corrupción, “pero no ha sido un procedimiento adecuado el llamar a inmigración”. “Hará aumentar el temor de la comunidad de acudir a estas oficinas”, dijo.
Góngora Chong —quien fue cónsul hasta diciembre del año pasado— fue más drástico y exigió “la destitución inmediata” de Escala “para que pueda volver la paz y la tranquilidad entre la comunidad ecuatoriana en el exterior”.
