Advierten que la gran cantidad de vehículos hará colapsar el tránsito porteño en tres meses
Hace falta sumar apenas pocos autos más para que la ciudad explote. Y en marzo, cuando todos vuelvan de unas tranquilas vacaciones, se calcula que se sumarán 350 mil vehículos al más de millón y medio que ya circula. La ecuación es simple y preocupante: no hay más lugar y son necesarias acciones urgentes para detener el colapso.El sistema de carriles exclusivos para colectivos y taxis es una de las soluciones implementadas con éxito en muchas ciudades del mundo. Y una necesidad para Buenos Aires. De hecho, en la Ciudad funcionan de 8 a 20 en las avenida Córdoba, entre Reconquista y Pueyrredón; en Pueyrredón, entre Santa Fe y Bartolomé Mitre; en Entre Ríos, entre Belgrano y Rivadavia y en Callao, entre Rivadavia y Santa Fe.“Con lo de los carriles exclusivos pasó lo que pasa con todas las medidas: si no hay control no funciona. En una primera etapa hay que reinstalar la vigencia y que sea controlada, porque si la gente no tiene la cultura para respetar las leyes las autoridades deben controlarlas”, asegura Bertotti.La congestión del tránsito es un problema que sufren todas las ciudades del mundo, pero en algunas puede enfrentarse con medidas eficientes y acción estatal. Por el Picadilly Circus de Londres casi no circulan automóviles particulares y los “atascos” en Madrid se combatieron con una red de subterráneo que llega a todos los puntos de la ciudad. Bertotti aclara que el sistema de carriles exclusivos representa una “respuesta eficiente dentro de un programa especifico, porque hacer nada más que eso es como poner un parche. Tiene que estar acompañada de otras medidas, suelta no sirve”. “Las calles exclusivas funcionan dentro de un planeamiento, es una herramienta eficiente para desalentar el uso del vehículo particular. Es una experiencia útil en otras partes del mundo donde el transporte público está desarrollado”, afirma el titular de Isev.