Sunday, October 7, 2007


Los Diamondbacks completaron la barrida de los Cachorros el sábado y se aseguraron un lugar en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional

Con pocos astros en sus filas y poca atención de los especialistas _pero con buenos lanzadores y defensa_, los jóvenes Diamondbacks pasaron a la serie de campeonato de la Nacional por segunda vez en los 10 años de historia de la franquicia. La ocasión anterior en que llegaron tan lejos se siguieron de frente hasta el fin, superando a los Yankees de Nueva York en la Serie Mundial del 2001.
"Probablemente esto sorprendió a mucha gente, pero este equipo lo ha estado haciendo todo el año", dijo Eric Byrnes.
Ahora los Diamondbacks tendrán cuatro días de descanso antes de que reciban el jueves al ganador de la serie entre los Rockies y los Filis.
En cuanto a los Cachorros, hace 99 años que no ganan una Serie Mundial, desde 1908.
Incluso el hecho de que hayan regresado al Wrigley Field, donde los esperaban sus ruidosos aficionados, no fue suficiente para sacar a los bates de Chicago de un letargo que les duró toda la serie.
"Sabíamos que tendríamos que superar su ventaja de locales y quitarles ese impulso, y el jonrón de Chris Young en la primera entrada fue un gran aporte en ese sentido", dijo el mánager de Arizona, Bob Melvin.
Se le puede llamar una maldición o mala suerte o lo que sea, pero en esta calurosa noche de octubre, los Diamondbacks mostraron lo que fue obvio desde que comenzó la serie: son un equipo mejor, aunque en el roster de la primera ronda sólo tenían cuatro jugadores con experiencia en postemporada.
"Estos tipos son el equipo de jóvenes más talentoso que he visto", dijo Byrnes. "Ha sido agradable ver la maduración de todos".
Probablemente la mejor oportunidad que tuvo Chicago fue en el primer partido de la serie, cuando el mánager Lou Piniella tomó una decisión que será cuestionada durante años. Retiró al venezolano Carlos Zambrano del montículo tras seis innings con la pizarra empatada 1-1 porque tenía planeado que su as volviera a subir a la lomita con tres días de descanso para abrir el cuarto partido.
El único problema es que ese juego no se disputó; los Cachorros no llegaron.
Durante la temporada, Chicago subió desde el fondo de la tabla hasta el primer lugar en la primera temporada de Piniella como piloto, y los aficionados del equipo, acostumbrados a las derrotas, estaban extasiados cuando la novena conquistó el banderín del Centro de la Nacional.
Pero justo cuando comenzaban a pensar que se acabaría la sequía de títulos, los Cachorros fueron barridos en la primera ronda.
"Es sólo el comienzo, amigos. Vamos a mejorar después de esto", dijo Piniella.
Byrnes y Stephen Drew también se volaron la cerca por los Diamondbacks, campeones del Oeste de la Nacional y el primer equipo que tiene la mejor foja del circuito pese a contar con el peor promedio de bateo desde los Medias Blancas de Chicago de 1906.
Hernández, el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 1997, cuando jugaba en Florida, fue la otra clave del triunfo. Toleró cinco hits y una carrera en seis innings, y se sobrepuso a cinco pasaportes.
La defensiva de los Diamondbacks convirtió cuatro dobles matanzas, incluidas tres cuando el cubano estaba en la lomita.
Por los Diamondbacks, el venezolano Miguel Montero de 2-0 con una anotada. El cubano Hernández de 3-1.
Por los Cachorros, los dominicanos Alfonso Soriano de 4-0, Aramis Ramírez de 3-0.- AP
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