Sunday, October 28, 2007
Bush propone frenar influencia de Chávez
A medida que Bush enfrenta la oposición de sindicatos, grupos de activismo social y muchos demócratas a los acuerdos de comercio que propuso con Perú, Panamá y Colombia, ha desatado una intensa campaña con miras a ganarse la aprobación para estos tratados, argumentando que fortalecerán el capitalismo y la democracia, amén de que debilitarían a Chávez en una volátil región.
Por su parte, funcionarios de la Casa Blanca indicaron que Bush se muestra apasionado con respecto a los acuerdos latinoamericanos, así como en lo tocante al de Corea del Sur, considerándolos esenciales para su programa en los últimos meses de su administración.
Dicho esfuerzo incluye viajes a Colombia por parte de dos miembros de su gabinete -- Carlos M. Gutiérrez, secretario de Comercio, y Susan C. Schwab, la representante estadounidense de Comercio -- acompañados por legisladores tanto demócratas como republicanos. En un impulso por separado, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, está haciendo énfasis en los intereses de seguridad en América Latina.
Aunado a lo anterior, Bush ya invitó a demócratas a la Casa Blanca para discutir temas del área de comercio, en tanto sus cabilderos han sido visitantes frecuentes del Capitolio.
Con algunos demócratas, los argumentos son persuasivos. Se anticipa que el pacto de comercio con Perú sea aprobado, aunque los tratos con Panamá y Colombia son menos seguros. El acuerdo con los colombianos ha sido detenido por las inquietudes de los demócratas con respecto a los asesinatos de líderes laborales.
Al mismo tiempo, colaboradores de Bush aseguran que éste, en particular, está decidido a brindarle ayuda al presidente colombiano, Alvaro Uribe, a quien se le reconoce haber aplicado severas medidas contra la delincuencia y el narcotráfico, incluso si algunos funcionarios coinciden en que Colombia podría hacer más en dichas áreas.
''Los argumentos económicos a favor del acuerdo con Colombia son muy fuertes'', ha destacado Gutiérrez. ``Sin embargo, los argumentos políticos tienen justamente la misma fuerza. Colombia ha sido uno de nuestros aliados más cercanos en la región. Qué ironía sería verlo castigado por su respaldo a Estados Unidos''.
Muchos integrantes del Partido Demócrata se han opuesto a los tratados comerciales, incluso aquellos impulsados en su momento por el presidente Bill Clinton. La administración de Bush, por su parte, alberga la esperanza de ganarse a suficientes demócratas para que aprueben los acuerdos latinoamericanos en este año o el siguiente. Sin embargo, existe considerable disensión con respecto a si el argumento sobre contrarrestar a Chávez como una cuestión de seguridad convencerá a los demócratas.
Los mismos demócratas dicen que la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata por California Nancy Pelosi, le ha advertido a la Casa Blanca que no invoque el espectro de Chávez, sino que se concentre en reducir los abusos laborales cometidos bajo Uribe.
''El problema es que Hugo Chávez no es su impulso principal: es su único impulso'', destacó el representante demócrata por Nueva York, Charles B. Rangel, quien preside el Comité de Métodos y Medios de la Cámara de Representantes. ''A nadie le gusta Chávez, pero no creo que un ``coco'' vaya a lograr que la gente se emocione y vote a favor de estos acuerdos de comercio''.
No obstante, otros dos integrantes demócratas del Congreso por la Ciudad de Nueva York, los representantes Gregory W. Meeks y Eliot L. Engel, quienes viajaron a Colombia en fecha reciente, dijeron en sendas entrevistas que coincidían en cuanto a la obligación de Estados Unidos de ayudar tanto a Colombia como a otros países a que le hagan frente al mandatario venezolano.
''El tema de Chávez capitaliza un elemento de importancia'', notó Meeks. ``Lo que tiene que ser considerado es la diferencia entre dos sistemas económicos. Uno es el modelo capitalista de países amigos como Colombia, fundamentado en el acceso al mercado. El otro es el fallido modelo socialista de Venezuela. Tenemos que demostrar que nuestro sistema funciona''.
Por otra parte, Engel dijo con respecto a Chávez: 'Está diciendo: `Síganme, yo soy la ola del futuro en América Latina'. Nosotros tenemos que contrarrestar eso''.
Sin embargo, Engel destacó que no estaba listo para aprobar el trato de Colombia sin antes ver mejoras en el área laboral del país.
El comercio ha sido un tema delicado desde que los demócratas recuperaron el control del Congreso el año pasado. Muchos demócratas responsabilizan a los tratados de libre comercio por la pérdida de empleos en el ramo de la manufactura. Algunos incluso citan medidas de la apertura del comercio en relación con el influjo de importaciones inseguras y de baja calidad. Los principales candidatos demócratas a la presidencia han expresado inquietud con respecto a los efectos de acuerdos de comercio sobre los trabajadores estadounidenses.
Uno de los resultados de lo anterior es que los demócratas suelen oponerse a las propuestas de esta administración en lo relativo al comercio. Pero, en mayo, Pelosi ganó una importante concesión cuando la Casa Blanca accedió a incluir protecciones laborales y ambientales a todos los tratados pendientes de comercio.
El acuerdo con Perú está cerca de obtener la aprobación, pero el que se negocia con Panamá está detenido debido a que el principal líder legislativo de este último país fue acusado de asesinar a un soldado estadounidense. De manera similar, el pacto con Corea del Sur se detuvo.
Opositores del acuerdo colombiano no niegan que las condiciones hayan mejorado desde finales de los 90, cuando Clinton y líderes republicanos del Congreso dieron forma a un paquete de ayuda multimillonario. No obstante, destacan que las condiciones no han mejorado en la medida suficiente y que organizadores sindicales aún son asesinados con toda impunidad.
Cuando Gutiérrez dijo en fecha reciente que la violencia sindical ya no era un problema en ese país, el senador demócrata por Ohio, Sherrod Brown, que ganó el año pasado en parte desafiando recientes tratados de comercio, dijo que estaba ''azorado'' ante el comentario.
''Por el contrario'', dijo Brown en una carta dirigida al secretario de Comercio, ``existe evidencia abrumadora apuntando a que Colombia aún es el país de mayor peligrosidad en el mundo para ser líder de los trabajadores''.
La intensa discusión a causa de la violencia en Colombia prácticamente ha opacado todo argumento económico. Casi 20,000 empresas estadounidenses venden productos en Colombia, en tanto América Latina es la región de crecimiento más acelerado del mundo para bienes provenientes de Estados Unidos. Este país actualmente es la mayor fuente de importaciones para Colombia.
Rice se unió al coro en este mes. Tuvo cuidado de no usar el nombre de Chávez -- funcionarios de la administración dicen que no quieren hacer hincapié en la importancia del presidente venezolano -- pero dijo que los tratados con América Latina revestían importancia para detener en seco influencias ''autoritarias'' en la región.
Según Rice, Colombia era un ''estado fallido'' hace siete años, pero con la ayuda de Estados Unidos había logrado que retrocediera la influencia de insurgentes y bandas de narcotráfico, amén de haber reducido el número de secuestros, atentados con bombas y otros actos de violencia. Los acuerdos de comercio, destacó, eran ''esenciales para nuestros intereses estratégicos'' en la región.