El informe del Departamento de Policía de Nueva York, publicado ayer, señala que muchos jóvenes inmigrantes musulmanes, frustrados con la vida que llevan en su país de adopción, lentamente van adquiriendo una filosofía que los coloca en el camino a una yihad o guerra santa islámica.
El estudio abriría un nuevo frente de preocupación para las autoridades estadounidenses, que hasta el momento se centraban mayormente en las organizaciones terroristas extranjeras, como al-Qaeda.
Durante la presentación del informe, los agentes indicaron que las autoridades locales están bien preparadas para enfrentar la amenaza nacional.
“Por fortuna, cuanto mejor estemos informados sobre este proceso, estaremos más preparados para detectar e impedir” cualquier acción, dijo el comisionado de la policía Raymond Kelly. El estudio, titulado “Radicalización en el Oeste: Amenaza interna” se basa en un análisis sobre los riesgos de seguridad expuestos por casos criminales en Lackawanna, Nueva York, Portland, Oregon y Virginia, lo mismo que conspiraciones en Madrid, Toronto y Hamburgo, Alemania. El informe indica que los terroristas locales se adoctrinaron en “incubadoras” radicales locales que están plagadas de retórica extremista.
El estudio abriría un nuevo frente de preocupación para las autoridades estadounidenses, que hasta el momento se centraban mayormente en las organizaciones terroristas extranjeras, como al-Qaeda.
Durante la presentación del informe, los agentes indicaron que las autoridades locales están bien preparadas para enfrentar la amenaza nacional.
“Por fortuna, cuanto mejor estemos informados sobre este proceso, estaremos más preparados para detectar e impedir” cualquier acción, dijo el comisionado de la policía Raymond Kelly. El estudio, titulado “Radicalización en el Oeste: Amenaza interna” se basa en un análisis sobre los riesgos de seguridad expuestos por casos criminales en Lackawanna, Nueva York, Portland, Oregon y Virginia, lo mismo que conspiraciones en Madrid, Toronto y Hamburgo, Alemania. El informe indica que los terroristas locales se adoctrinaron en “incubadoras” radicales locales que están plagadas de retórica extremista.