El incidente ocurrió el sábado 21 de julio alrededor de las 8 p.m., en el parque Junction Playground, en la Junction Blvd. y la avenida 34, donde se encontraba entre otros, Toni Díaz, junto a algunos miembros de su familia.
“Un grupo de jóvenes estaba en la corte de jugar Handball cuando tiraron una botella al aire y sólo sentimos el estallido”, dijo Díaz ya en su casa después de haber salido del hospital Elmhurst donde había sido tratada.
Según la víctima, los jóvenes tiraron otras botellas al lado donde estaba ella y otras familias y sólo sintieron que les caían gotas y “un ardor” en diferentes partes del cuerpo.
“A mí me callo cerca de un ojo, a mi sobrina en la cabeza y el pelo. A otra señora le quemaron un brazo y en la espalda. Pero la más grave fue una señora mexicana y su hija de meses porque la menor recibió quemadas en la cara de segundo grado. También había un hombre borracho tirado en una banca, él resultó quemado, pero no quiso ir al doctor”, dijo Díaz.
Las otras víctimas fueron atendidas en un hospital de Manhattan por la gravedad de sus quemaduras.
Los residentes del área que frecuentan el parque dijeron ayer sentirse “sorprendidos” por la noticia, ya que es un lugar “calmado”.
“Es un parque calmado, aquí viene mucha gente en un ambiente normal donde se divierten los niños”, dijo Dora Tenesela, una madre ecuatoriana que estaba en el parque junto a su esposo e hijo. “Es la primera vez que se escucha que algo así haya pasado y es horrible que haya pasado, los padres deberían saber en lo que están sus hijos y por supuesto que ellos tienen que saber de las consecuencias de sus acciones”.
Por su parte, Horacio Montalvo, un puertorriqueño que vive cerca desde hace 17 años dijo que, “siempre vengo a este parque a llenar mis crucigramas y me siento muy cómodo con las personas que vienen regularmente. Es muy serio y peligroso lo que sucedió porque la mayoría de personas que vienen aquí son madres que traen a sus hijos a distraerse”.
“Un grupo de jóvenes estaba en la corte de jugar Handball cuando tiraron una botella al aire y sólo sentimos el estallido”, dijo Díaz ya en su casa después de haber salido del hospital Elmhurst donde había sido tratada.
Según la víctima, los jóvenes tiraron otras botellas al lado donde estaba ella y otras familias y sólo sintieron que les caían gotas y “un ardor” en diferentes partes del cuerpo.
“A mí me callo cerca de un ojo, a mi sobrina en la cabeza y el pelo. A otra señora le quemaron un brazo y en la espalda. Pero la más grave fue una señora mexicana y su hija de meses porque la menor recibió quemadas en la cara de segundo grado. También había un hombre borracho tirado en una banca, él resultó quemado, pero no quiso ir al doctor”, dijo Díaz.
Las otras víctimas fueron atendidas en un hospital de Manhattan por la gravedad de sus quemaduras.
Los residentes del área que frecuentan el parque dijeron ayer sentirse “sorprendidos” por la noticia, ya que es un lugar “calmado”.
“Es un parque calmado, aquí viene mucha gente en un ambiente normal donde se divierten los niños”, dijo Dora Tenesela, una madre ecuatoriana que estaba en el parque junto a su esposo e hijo. “Es la primera vez que se escucha que algo así haya pasado y es horrible que haya pasado, los padres deberían saber en lo que están sus hijos y por supuesto que ellos tienen que saber de las consecuencias de sus acciones”.
Por su parte, Horacio Montalvo, un puertorriqueño que vive cerca desde hace 17 años dijo que, “siempre vengo a este parque a llenar mis crucigramas y me siento muy cómodo con las personas que vienen regularmente. Es muy serio y peligroso lo que sucedió porque la mayoría de personas que vienen aquí son madres que traen a sus hijos a distraerse”.
Fuente/DiarioLaPrensa