Wednesday, May 30, 2007

Trujillo aportó US$25 mil a la campaña de Richard Nixon

Otros miles de esos documentos han venido siendo “desclasificados” con el correr del tiempo, pero a casi cincuenta años de la muerte de uno de los dictadores más sanguinarios que ha conocido la historia de América Latina y el mundo, capítulos interesantes, apasionantes y para muchos contradictorios de su ejercicio en el poder por más de 30 años, siguen en la oscuridad.
Una de las informaciones que más asombra, debido al choque frontal que en los últimos años de su mandato impuesto, mantuvo Trujillo con los Estados Unidos, fue el aporte que hizo a la campaña presidencial del entonces candidato estadounidense Richard M. Nixon a quien le donó $25 mil dólares en 1956.
Cinco años antes de ser ejecutado. Para la fecha, Nixon fungía como vicepresidente de los Estados Unidos.
Además de Nixon, varios legisladores norteamericanos se beneficiaron con dinero de Trujillo, afirma el abogado estadounidense Stuart McKeever, quien sostiene que la información la obtuvo el Buró Federal de Investigaciones (FBI) a través de un alto oficial de la Marina de Guerra Dominicana.
“En la lista de beneficiarios de Trujillo había nombres como el del senador Joseph McCarthy, ellos figuraban como receptores de dinero de Trujillo”, asegura el jurista.
Nixon, saltó de la vice presidencia a la silla principal de la Casa Blanca en las elecciones de 1968, siendo reelecto en 1972, pero tuvo que renunciar en 1974 por el famoso escándalo Watergate, durante el cual autorizó que el servicio secreto espiara reuniones de líderes opositores realizadas en el hotel del mismo nombre y situado en la ribera del río Potomac en Washington.
Ejerció la vice presidencia durante los períodos de 1953 a 1961. El abogado McKeever asegura haber visto el documento en el que se establece que los $25 mil dólares fueron aportados a la segunda campaña vice presidencial de Nixon.
El abogado, se ha dedicado a investigar la desaparición en 1956 del delegado del gobierno vasco Manuel de Jesús Galíndez, quien según McKeever, fue narcotizado, secuestrado, llevado en avión y asesinado en la República Dominicana por esbirros de la dictadura de Trujillo.
Los cronistas sostienen que Galíndez, fue secuestrado en Nueva York por los pilotos Octavio de la Maza Vázquez (Tavito) dominicano y Murphy, estadounidense y que luego de entregarlo, ambos, fueron también ejecutados por Trujillo para evitar que revelaran detalles de la operación.
El hermano de de la Maza, Antonio, juró vengarse la muerte de su pariente y el mismo día del entierro de Tavito en el cementerio municipal de Moca, profirió amenazas y advertencias contra los Trujillo.
Dedicó desde entonces la fortuna que tenía a montar una conspiración que culminó el 30 de mayo de 1961 en la autopista que hoy lleva por nombre esa fecha con el ajusticiamiento del tirano.
Galíndez, que era profesor de la Universidad de Columbia para la época, publicó un libro en Estados Unidos en el que criticaba acremente al regímen trujillista.
El senador McCarthy, fue el líder de una tenaz persecución contra los “comunistas” durante los años 50 al punto de que su obsesión generó la llamada “doctrina del Macartismo”, que incluso hoy, es seguida por muchos congresistas de ultraderecha.
John Frank, un agente de la CIA en ese entonces, sería loa persona a través de la cual el legislador, habría recibido el dinero de manos de Trujillo, afirma el abogado e investigador.
Se dijo que Frank, fue contratado por el dictador que ubicara a Galíndez en los Estados Unidos. Manuel de Moya, uno de los más cercanos colaboradores de la dictadura, fue otro de los participantes en la trama.
El abogado estadounidense ha dictado conferencias y publicado artículos sobre el caso. Una de sus charlas se titula “Los archivos secretos del FBI sobre el secuestro de Jesús Galíndez”.
McKeever, sostiene que los aportes de Trujillo a Nixon, legisladores y agentes de la CIA, son el reflejo de los niveles de corrupción y de apoyo continuo a la dictadura por parte de sectores oficiales de Estados Unidos.
El 12 de marzo de 1956, Galíndez, fue secuestrado, mientras caminaba en la cuadra donde estaba situado el edificio en el que residía en Manhattan.
Galíndez era dirigente del Partido Nacionalista Vasco de España al que se vinculó desde muy joven. Se exilió en Francia durante la guerra civil de su país (1936-1939) y antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, huyó a la República Dominicana, donde conoció a Trujillo.
En 1946, se fue a Nueva York donde siguió colaborando con el FBI y en 1956 publicó el libro en el que denunciaba las atrocidades de la dictadura trujillista, que ordenó por ese motivo su secuestro y asesinato.
Galíndez, fue torturado antes de ser ultimado por agentes criminales al servicio de la tiranía.
SU HISTORIA
Dictador de la República Dominicana desde 1930 hasta 1961. También conocido como General Chapitas por su afición a auto concederse medallas y condecoraciones.
Trujillo se incorporó a la Guardia Nacional durante la ocupación norteamericana de 1916 a 1924. Bajo el gobierno de Horacio Vásquez alcanzó el rango de Teniente Coronel, Jefe de Estado Mayor y Comandante Auxiliar de la Policía Nacional.
En 1930 llevó a cabo un golpe de estado contra Horacio Vásquez y se autoproclamó presidente de la República. Tras el paso del ciclón San Zenón en 1930, ordenó reconstruir y modernizar la capital dominicana, Santo Domingo, y la rebautizó como Ciudad Trujillo, que solo recuperaría su antiguo nombre a la muerte del dictador.
Su dictadura se caracterizó por las desapariciones y los asesinatos. Llegó a tener el 60% del presupuesto dominicano bajo control de su familia y contaba con el apoyo de los Estados Unidos por su anticomunismo.
En la década de los años 30 estimuló la inmigración de judíos de europeos hacia la República Dominicana, no con fines humanitarios sino como un intento de "blanquear" a la población nativa, en su mayoría mestiza. Mientras promovía esa inmigración europea, en 1937 envió el ejército a la frontera con Haití y asesinó a más 15 000 haitianos, bajo el pretexto de que el gobierno haitiano apoyaba a exiliados dominicanos que buscaban derrocarlo.
Trujillo intentó intervenir en asuntos de otras naciones latinoamericanas, junto con los dictadores Anastasio Somoza García (Nicaragua) y Marcos Pérez Jiménez (Venezuela). Apoyó la invasión de Rafael Ángel Calderón Guardia a Costa Rica en 1955. Después del derrocamiento de Pérez Jiménez, aliado político de Trujillo, intentó derribar al nuevo gobierno venezolano de Rómulo Betancourt, que aplicaba su doctrina de no apoyar a gobiernos extranjeros no elegidos por votos o de tendencia militaristas.
Uno de los crímenes más monstruosos de Trujillo fue el Asesinato de las Hermanas Mirabal, cometido el 25 de noviembre de 1960.
También ordenó el atentado contra el entonces presidente venezolano Rómulo Betancourt, el 24 de junio de 1960, en el cual un ayudante militar fue asesinado y el presidente resultó gravemente herido.
El 30 de mayo de 1961 un grupo de antitrujillistas infiltrado en su guardia y apoyados por la CIA estadounidense, lo asesinó mientras viajaba en su automóvil.
Algunos analistas mencionan que el interés de Estados Unidos de acabar con Trujillo se debió a que la represión de su gobierno podría traer a República Dominicana una revolución similar a la cubana.
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