SANTO DOMINGO, DN.-Los organismos de inteligencia de las Fuerzas Armadas siguen los pasos de investigadores privados que estarían operando en la República Dominicana al servicio del narcotráfico internacional y a bandas especializadas en atracos y secuestros.
Las investigaciones son llevadas a cabo por la Dirección de Inteligencia Militar (J-2) de las Fuerzas Armadas y el G-2 del Ejercito Nacional, a raíz de un informe de alerta rendido por la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, que fiscaliza las empresas de seguridad y vigilancia en el país.
El general Tomás González Mercedes, jefe del organismo regulador de la seguridad privada, envió un informe a las Fuerzas Armadas en el que advierte que detectives privados están operando al margen de la ley, dedicándose a la ubicación de empresarios y comerciantes para suministrar informaciones que faciliten la ejecución de un secuestro o atraco por parte del crimen organizado.
Los supuestos investigadores privados estarían, además, al servicio del narcotráfico para ubicar a personas en el país, dominicanas y extranjeras, que mantienen deudas pendientes con cárteles internacionales de drogas, dijeron las autoridades militares.
“Estas personas hace la labor de seguir los pasos de posibles víctimas de secuestro, también ubican residencias, tiendas, bancos, joyerías y otros puntos comerciales”, indica.
Asegura que luego rinden un informe a los sicarios y cabecillas de las bandas criminales sobre los movimientos, horarios de cierre, el número de empleados y de agentes se seguridad de las personas y empresas.
Una fuente de inteligencia dijo a Clave Digital que hay informaciones importantes y clasificadas sobre este problema. “Pero -añadió-- esos grupos operan clandestinamente y cambian de domicilio con frecuencia para no ser descubiertos”.
Indicó la fuente que en esas oficinas ilegales estarían operando ex militares y policías que en algún momento pertenecieron a los departamentos investigativos del Estados, así como extranjeros especializados en labores inteligencia, que vienen al país contratados por el crimen organizado.
De acuerdo con el informe suministrado a los organismos investigativos, estos grupos estarían operando en Santo Domingo, Santiago y San Francisco de Macorís, principalmente.
“Trabajan como una especie de avanzada, visitan los puntos comerciales, toman apuntes y fotos de todos los detalles, para luego suministrar el informe a la banda criminal interesada en cometer el asalto (u otra acción delictiva)”, dice el documento.