Familia destrozada por doble tragedia,dos hermanos Ecuatoriano se desploman del piso 40
Edgar Moreno, de 30 años, fue declarado muerto en la escena justo después del accidente, que ocurrió el viernes por la mañana. Alcides Moreno, de 37, se debatía ayer entre la vida y muerte en el New York Veill Cornell Medical Center, en el Upper East Side.
Los hermanos estaban subiéndose al andamio, colocado a la altura del piso 47 de un rascacielos de la calle este 66, cuando la plataforma giró sobre si misma. Según el Departamento de Edificios de la ciudad, ninguno de los dos llevaba el equipo de seguridad puesto.
Kathy Robinson, una portavoz del hospital, dijo ayer que no podía dar detalles sobre el estado de Alcides Romero.
“Lo único que te puedo decir es que él está aquí hoy”, dijo Robinson.
Mientras tanto, la familia intentaba lidiar con el dolor y preparar el funeral de Edgar, programado para el lunes en el Alvarez Funeral Home de la avenida Mount Prospect de Newark, de 5 de la tarde a 9 de la noche.
Familiares y amigos que ayer se encontraban en la casa que compartían los dos hermanos en Linden, New Jersey, los describieron como dos personas muy trabajadoras, cuyo objetivo era sacar adelante a sus familias.
“Llevaban 10 años limpiando ventanas en este país. Sabemos que es peligroso pero ellos eran bien precavidos”, dijo Castillo.
El primo de los hermanos también dijo que el andamio en el que los Moreno trabajaban había tenido problemas.
“Pero ellos pensaban que ya estaban solucionados. Esa mañana Alcides le dijo a su hermano que ya lo habían arreglado. Por eso se fueron los dos a trabajar”, dijo Castillo.
La mujer de Alcides, Rosario, y los tres hijos de la pareja, compartían la casa con Edgar, en el número 1016 de Clinton Street. Rosario Moreno y sus hijos —de aproximadamente 10, 6 y 3 años— se encontraban ayer en casa de su cuñada Edilma, que vive en East Newark, dijo Castillo.
“Esto es muy difícil”, comentó Juvan Rivas, hermano de Rosario, con lágrimas en los ojos. “No me quedan palabras ya”.
Angel Masache, amigo de la familia, también se presentó en la casa para ayudar. “Este es el precio que se paga por el sueño americano”, lamentó.
Algunos de los familiares dijeron que la comunidad ecuatoriana de la zona está intentando recaudar dinero para devolver el cuerpo de Edgar a Ecuador, dónde vive su mujer.
Castillo y Rivas dijeron que Alcides Moreno “tiene destruidos los pulmones” y “necesita transfusiones de sangre continuamente”.
Según la ciudad, la compañía que empleaba a los hermanos Moreno es City Wide Window Cleaning de Queens. Una empleada de la compañía dijo ayer a EL DIARIO/LA PRENSA que alguien de administración respondería a sus preguntas, sin embargo, las llamadas no fueron contestadas.
El Departamento de Edificios de la ciudad ha dicho que está investigando las causas del accidente, entre otras cosas, si los dos hermanos estaban encima del andamio cuando cayeron.
Activistas ecuatorianos reaccionaron rápido a la tragedia ayer y pidieron más seguridad a las compañías de construcción que contratan inmigrantes.
“Hay una falta de entrenamiento respecto a temas de seguridad por parte de las compañías. Estas personas son inmigrantes y no les dan el entrenamiento adecuado”, dijo Walter Sinche, un ecuatoriano miembro de la Coalición Primero de Mayo.
Los hermanos estaban subiéndose al andamio, colocado a la altura del piso 47 de un rascacielos de la calle este 66, cuando la plataforma giró sobre si misma. Según el Departamento de Edificios de la ciudad, ninguno de los dos llevaba el equipo de seguridad puesto.
Kathy Robinson, una portavoz del hospital, dijo ayer que no podía dar detalles sobre el estado de Alcides Romero.
“Lo único que te puedo decir es que él está aquí hoy”, dijo Robinson.
Mientras tanto, la familia intentaba lidiar con el dolor y preparar el funeral de Edgar, programado para el lunes en el Alvarez Funeral Home de la avenida Mount Prospect de Newark, de 5 de la tarde a 9 de la noche.
Familiares y amigos que ayer se encontraban en la casa que compartían los dos hermanos en Linden, New Jersey, los describieron como dos personas muy trabajadoras, cuyo objetivo era sacar adelante a sus familias.
“Llevaban 10 años limpiando ventanas en este país. Sabemos que es peligroso pero ellos eran bien precavidos”, dijo Castillo.
El primo de los hermanos también dijo que el andamio en el que los Moreno trabajaban había tenido problemas.
“Pero ellos pensaban que ya estaban solucionados. Esa mañana Alcides le dijo a su hermano que ya lo habían arreglado. Por eso se fueron los dos a trabajar”, dijo Castillo.
La mujer de Alcides, Rosario, y los tres hijos de la pareja, compartían la casa con Edgar, en el número 1016 de Clinton Street. Rosario Moreno y sus hijos —de aproximadamente 10, 6 y 3 años— se encontraban ayer en casa de su cuñada Edilma, que vive en East Newark, dijo Castillo.
“Esto es muy difícil”, comentó Juvan Rivas, hermano de Rosario, con lágrimas en los ojos. “No me quedan palabras ya”.
Angel Masache, amigo de la familia, también se presentó en la casa para ayudar. “Este es el precio que se paga por el sueño americano”, lamentó.
Algunos de los familiares dijeron que la comunidad ecuatoriana de la zona está intentando recaudar dinero para devolver el cuerpo de Edgar a Ecuador, dónde vive su mujer.
Castillo y Rivas dijeron que Alcides Moreno “tiene destruidos los pulmones” y “necesita transfusiones de sangre continuamente”.
Según la ciudad, la compañía que empleaba a los hermanos Moreno es City Wide Window Cleaning de Queens. Una empleada de la compañía dijo ayer a EL DIARIO/LA PRENSA que alguien de administración respondería a sus preguntas, sin embargo, las llamadas no fueron contestadas.
El Departamento de Edificios de la ciudad ha dicho que está investigando las causas del accidente, entre otras cosas, si los dos hermanos estaban encima del andamio cuando cayeron.
Activistas ecuatorianos reaccionaron rápido a la tragedia ayer y pidieron más seguridad a las compañías de construcción que contratan inmigrantes.
“Hay una falta de entrenamiento respecto a temas de seguridad por parte de las compañías. Estas personas son inmigrantes y no les dan el entrenamiento adecuado”, dijo Walter Sinche, un ecuatoriano miembro de la Coalición Primero de Mayo.
F/ElDiarioLaPrensa
