Criminales hieren de gravedad agente de la DNCD en su residencia de Alma Rosa
José Antonio Hernández, perteneciente al Departamento de Operaciones y Logística, recibió disparos múltiples hechos por dos hombres que irrumpieron en su domicilio, a bordo de una motocicleta, agresión que pudo repeler, logrando impactar a uno de los atacantes, informó el vocero de la DNCD, Roberto Lebrón.
Indicó que Hernández fue ingresado de urgencia en el Centro Médico Oriental, donde especialistas lo intervinieron quirúrgicamente.
“Los dos desconocidos, de acuerdo a la versión dada por el propio agente y sus familiares, dos hombres llegaron a la vivienda y abrieron fuego contra el miembro de la DNCD”, agregó.
El caso está en manos del Departamento de Investigaciones Criminales de la Policía, a los fines de detener a los implicados en el hecho.
El agresor herido por el agente baleado fue ayudado por su cómplice, razón por la cual el Departamento de Investigación de Comicios rastrea en clínicas y hospitales cual herido de bala ha ido a curarse.
Los médicos que atendieron al agente comunicaron que fue necesario intervenirlo, “debido a la gravedad de las heridas”, que le mantienen en la unidad de cuidados intensivos, conforme el reporte de la DNCD. Hasta el momento, comunicó Lebrón, no se ha reportado ningún arresto con relación al caso, precisó.
Son frecuentes los ataques que se producen contra miembros de la DNCD, muchas veces cuando se retirar a sus casas, tras cumplir con sus jornadas de trabajo, y en ocasiones cuando están laborando en los barrios de la Capital, Santo Domingo Este, San Cristóbal, Santiago, San Francisco de Macorís, entre otras ciudades.
Esas agresiones han provocado al menos cuatro muertes en la primera mitad de 2006 y lo que va de 2007, mientras decenas han sido heridos. Ha sido necesario -agregó el portavoz antidrogas- tomar medidas para evitar que “nuestro personal sea blanco de los delincuentes que están involucrados en el negocio de las drogas”.
Indicó que los distribuidores de narcóticos, azuzados por quienes patrocinan el negocio, no repararan en recibir a tiros a las unidades operaciones de la DNCD, la que en ocasiones pide refuerzo a la Policía para incursionar en sectores donde los dueños de puntos de narcóticos emplean armas de diferentes calibres.
Indicó que Hernández fue ingresado de urgencia en el Centro Médico Oriental, donde especialistas lo intervinieron quirúrgicamente.
“Los dos desconocidos, de acuerdo a la versión dada por el propio agente y sus familiares, dos hombres llegaron a la vivienda y abrieron fuego contra el miembro de la DNCD”, agregó.
El caso está en manos del Departamento de Investigaciones Criminales de la Policía, a los fines de detener a los implicados en el hecho.
El agresor herido por el agente baleado fue ayudado por su cómplice, razón por la cual el Departamento de Investigación de Comicios rastrea en clínicas y hospitales cual herido de bala ha ido a curarse.
Los médicos que atendieron al agente comunicaron que fue necesario intervenirlo, “debido a la gravedad de las heridas”, que le mantienen en la unidad de cuidados intensivos, conforme el reporte de la DNCD. Hasta el momento, comunicó Lebrón, no se ha reportado ningún arresto con relación al caso, precisó.
Son frecuentes los ataques que se producen contra miembros de la DNCD, muchas veces cuando se retirar a sus casas, tras cumplir con sus jornadas de trabajo, y en ocasiones cuando están laborando en los barrios de la Capital, Santo Domingo Este, San Cristóbal, Santiago, San Francisco de Macorís, entre otras ciudades.
Esas agresiones han provocado al menos cuatro muertes en la primera mitad de 2006 y lo que va de 2007, mientras decenas han sido heridos. Ha sido necesario -agregó el portavoz antidrogas- tomar medidas para evitar que “nuestro personal sea blanco de los delincuentes que están involucrados en el negocio de las drogas”.
Indicó que los distribuidores de narcóticos, azuzados por quienes patrocinan el negocio, no repararan en recibir a tiros a las unidades operaciones de la DNCD, la que en ocasiones pide refuerzo a la Policía para incursionar en sectores donde los dueños de puntos de narcóticos emplean armas de diferentes calibres.