Tuesday, September 11, 2007
Enfermo del 9/11 ahora enfrenta deportación
“Yo sólo quiero que me atiendan (los doctores) y me den mi visa de turista de nuevo, para poder regresar y ver a mi familia. Caí en una depresión muy fuerte, tras estar ayudando como voluntario y después tenía pánico a tomar un avión”, dijo Alejandro A., de 38 años de edad, entre las toses que le dejaron como herencia el haber trabajado en labores de limpieza en los edificios cercanos a las Torres Gemelas.
Los nombres de las 2.750 personas que murieron —263 de origen latino— se escuchaban en la ceremonia de cuatro horas y media en el parque de Zuccotti, detrás de donde se encontraban las Torres Gemelas –espacio ahora en reconstrucción—. Y Alejandro A., lejos físicamente de este escenario, recorría las calles de Manhattan buscando una solución a bajo coste a su orden de deportación.
“A mí se me junta todo en la cabeza pero el tiempo se me acaba. Debo de encontrar un abogado para mi cita. Es como si volviera a suceder otra vez. Cuando cayó todo eso, la primera reacción humana fue ayudar. Lo mismo me pasó en un terremoto en mi ciudad, Armenia, y también hice lo que uno siente en ese instante: auxiliar a la gente que salía”, explicó el colombiano.
Diariolaprensa