Sin señales de vida de mineros atrapados en EEUU
La cámara estuvo acompañada por una mejor iluminación, pero aún así sólo pudo ver hasta unos 4,5 metros (15 pies) cuando fue colocada en la mina durante la noche, expresó Al Davis, que supervisa las operaciones de la Administración de Seguridad de las Minas y Salud en la región occidental del país. Las nuevas imágenes incluían la correa de un transformador distorsionado y un techo intacto.
Fue la noticia desalentadora más reciente para los rescatistas y los familiares de los desaparecidos.
Una cámara de video introducida el domingo en la mina reveló equipos, pero no dio señal de los mineros, dijo un funcionario federal. El lunes, los rescatistas planeaban excavar un tercer agujero con la esperanza de encontrarlos, pero advirtieron que el esfuerzo podría llevar hasta seis días.
"He aceptado todas las posibilidades", manifestó Cody Allred, de 32 años, hijo del minero desaparecido Kerry Allred.
La causa del derrumbe aún no ha sido determinada. Bob Murray, titular de Murray Energy Corp. y uno de los propietarios de la mina, ha declarado que fue causado por un sismo, pero los especialistas sostienen que no hubo ningún movimiento telúrico.
Uno de los cuatro mineros que pudieron salir con vida de una mina de carbón que se derrumbó dijo que no sintió ni oyó nada cuando la montaña se estremeció y cayó, dejando atrapados a seis de sus colegas.
Tim Curtis estaba cerca de la entrada de la mina el 6 de agosto cuando recibió un mensaje de texto en su aparato personal de emergencias (PED, por su nombre en inglés) alertándole sobre el derrumbe. Se cree que los obreros atrapados estarían a unos 5,5 kilómetros (3,4 millas) del ingreso a la mina.
"Donde yo estaba, no sentí nada", manifestó Curtis en una entrevista con la AP. "Es como si alguien estuviera aquí y escuchara explotar un globo a unas tres millas de distancia (cinco kilómetros)".
Los otros tres hombres que salieron ilesos de la mina también habrían estado relativamente cerca de la entrada.
Curtis, inspector de seguridad de la mina de 33 años, ha trabajado 12 horas todos los días desde el derrumbe para ayudar en los esfuerzos de rescate.
Con anterioridad se habían excavado dos pozos a unos 550 metros (1.800 pies) de profundidad en la montaña en la que está la mina. Un micrófono arrojado allí no reportó ninguna señal de los mineros y las muestras de aire mostraron que había solo un 7% de oxígeno, un nivel en el que no es posible mantener la vida.
Un segundo agujero permitió a los rescatistas colocar una cámara en una caverna que, según las autoridades, podría ser un sitio apto para la supervivencia. Pero las imágenes eran limitadas y la cámara fue retirada para limpiarle uno de sus lentes.
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