Christian Castro: Un asalto lo sacó de México
Así lo confesó en esta entrevista con MSN Latino, en donde comenzó por hablar de sus deseos de seguir cantando música ranchera. “No voy a dejar de hacer música de mariachi; quiero que el próximo CD sea de la mano de Pepe Aguilar, y aunque obviamente que me encantaría que fuera inmediatamente, tengo un contrato con mi casa disquera que me indica que debo grabar nuevamente pop. Pero ya el tiempo lo dirá.”
Mientras tanto Christian prefiere hablar de "El Indomable", el disco que lo ha convertido en el pupilo de Vicente Fernández y que ha hecho que muchos se pregunten si “Don Chente” está encontrando en Christian lo que no ha tenido con su propio hijo Alejandro: un orgulloso heredero de la música vernácula. Diplomáticamente Cristian se desvincula de esa pregunta, así:
“Si yo le puedo realizar un sueño a Vicente estoy encantado de hacerlo, obviamente que yo lo busqué, él no me buscó. Yo busqué este sueño y este viaje, él solamente me dio el mejor viaje que pudo y las armas más grandes que tuvo a su alcance para darme una excelencia, la excelencia que yo le pedí con toda humildad.”
“Vicente me ha abierto los ojos hacia mi patria de una manera increíble y digamos que me hace sentir un respeto por ser mexicano, muchísimo más grande. Quiero darle una alabanza ahora mi país y estar más involucrado en revivir y preservar el tesoro y nuestra gloria que es la jerarquía ranchera.”
En la dedicatoria del disco, Christian le agradece a Vicente por haberle “devuelto la fe en México”, lo que hace que uno se pregunte cuándo perdió la fe en la tierra que lo vio nacer. Y él contesta: “En realidad mis palabras dicen, devolverme tanta fe perdida en mi país, es decir -no toda. Realmente es el reproche que le hago a México por el asesinato por Luis Donaldo Colosio. Yo creo que a partir de ese momento una nube negra y una maldición tomaron la ciudad de México, y es algo que me llenó de desilusión en su momento que creció una semana después, cuando me asaltaron a mano armada. Me pusieron un arma en la cabeza. Por eso salí de mi país.