Friday, June 15, 2007
Houston (Estados Unidos), (EFE).- Todo se cumplió como estaba previsto, los Spurs de San Antonio son la nueva dinastía de la NBA después de ganar el cuarto título de liga desde la temporada de 1999 y dejar en plena crisis deportiva a la mejor liga del mundo. Los Spurs, con el alero Tim Duncan, el base francés Tony Parker, nombrado Jugador Más Valioso (MVP) y el escolta argentino Manu Ginóbili no dejaron ninguna duda de la superioridad mostrada ante los Cavaliers de Cleveland a los que barrieron por 4-0 en la serie al mejor de siete. Pero si los Spurs quieren darle valor al nuevo título conseguido tendrán que echar la mirada atrás para recordar la eliminatoria que tuvieron de semifinales de la Conferencia Oeste ante los Suns de Phoenix, que fue para muchos la gran final de la NBA anticipada y en la que el factor suerte y decisiones disciplinarias estuvieron de su lado. El veterano alero Robert Horry, octavo jugador que ha logrado siete títulos de liga, pero el primero en la historia con tres equipos diferentes, fue el que con sus acciones antideportivas contribuyó para que los Suns quedasen eliminados cuando tenían todo a su favor para ganar la serie. Después del duelo protagonizado entre los Suns y los Spurs, las finales de la Conferencia Oeste contra los Jazz de Utah ya carecieron de interés. Pero mucho menos generaron las Finales que protagonizaron ante los Cavaliers, que pasarán a la historia por ser las peores de todos los tiempos porque sus rivales nunca pudieron superar su defensa y el trío encestador formado por Duncan, Parker y Ginóbili. Los tres, no siempre todos en plenitud, con la excepción de Parker, que logró promedio de 24,5 puntos, pero haciendo en cada partido la aportación necesaria y decisiva, como fue el caso de Ginóbili, los Spurs se pasearon de principio a fin ante los Cavaliers, el peor equipo de todos los tiempos. Las estadísticas dejaron después del cuarto partido, que los Cavaliers sólo lograron 322 puntos, la marca más baja en toda la historia de la NBA. El mejor ejemplo se vivió en el cuarto partido cuando los Spurs se permitieron el lujo de estar más de cinco minutos sin anotar un sólo punto al comienzo del cuarto periodo y al final lograron la victoria por 83-82. Quiza sea por eso que Paker, el primer francés y europeo que logro el premio de MVP en una Finales de la NBA, dijese que no le preocupa en que lugar de la historia quieren colocar a su equipo. "No me preocupa dónde vamos a estar en la historia", declaró Parker. "Simplemente, me siento bendecido, honrado y soy un privilegiado al poder jugar en uno equipo como los Spurs". El mismo que al concluir las Finales del 2003 le estuvieron buscando sustituto en la figura de Jason Kidd, que al final no quiso dejar a los Nets de Nueva Jersey. Pero la hora de la reivindicación le llegó a Parker y el jugador francés la aprovechó al máximo para que los Spurs sean con los Celtics de Boston (16), Los Angeles Lakers (14) y los Bulls de Chicago (6), los únicos equipos que han conseguido al menos cuatro o más títulos de liga, que les dan derecho a ser dinastías. Dentro del equipo, el entrenador Gregg Popovich se une también a la lista de los mejores en la historia de la NBA con cuatro títulos, algo que consiguieron el legendario Red Auerbach (9), Phil Jackson (9) y Pat Riley (5). "Un entrenador no puede ganar los partidos, son los jugadores que han hecho un gran trabajo durante todo el año y superaron momentos difíciles en el transcurso de la competición regular de liga", declaró Popovich, que ha ganado las cuatro Finales que ha dirigido a los Spurs. Del equipo perdedor, los Cavaliers, que jugaban sus primeras Finales en los 37 años de historia, su valoración de lo ocurrido es tan simple como que tienen que mejorar mucho más si quieren algún día conseguir el título de liga. El primero el reconocerlo fue James, la gran estrella del equipo, que reconoció que la defensa de los Spurs los anulo por completo y nunca tuvieron opción de hacer algo positivo. "Lo único que tengo que decir es que debo jugar 10 veces mejor si quiero que mi equipo consiga un título", declaró James. "Ellos han sido superiores y no respondimos con nuestro mejor nivel de juego". James, de 22 años, que llegó a las Finales para "consagrarse" como el nuevo Jordan de la NBA, se quedó también sin conseguir su objetivo en el apartado individual al lograr sólo un 31 por ciento de acierto en los tiros de campo, nada que ver con los 48 puntos que anotó en el quinto partido de las finales de la Conferencia Este ante los Pistons de Detroit. La estrella de los Cavaliers comprendió que la defensa de los Spurs dejo en evidencia muchas debilidades que tiene en su juego y de ahí que reconociese que de cara a la próxima temporada tendría que mejorar muchas cosas, entre ellas la de conseguir un mejor control del balón, primer fundamento del baloncesto.