Friday, May 11, 2007

¿Quién está matando a guatemaltecos en Westchester?

NUEVA YORK — Un líder religioso y un activista hispanos dijeron ayer que las autoridades federales deberían investigar el asesinato de un inmigrante guatemalteco que llamó al 911 poco antes de su muerte porque los residentes de Mount Kisco, en Westchester, desconfían de la policía.
Fernando Mateo, presidente de Hispanics Across America, ligó la muerte de René Pérez a los estrangulamientos de otros dos guatemaltecos en Mount Kisco: Santos Bojorguez (ocurrido en el 2003) y Roberto Martínez (en el 2004).
“Hay un temor entre los residentes locales de que estos crímenes fueron motivados por odio racial. Los residentes sospechan de la policía de la comunidad y temen que ellos se traten de proteger unos a otros”, dijo Mateo. “No hay forma de que se conduzca una investigación adecuada en tales circunstancias”.
Pérez, quien tenía problemas de alcoholismo y frecuentaba la localidad de Mount Kisco, murió en la madrugada del 29 de abril después de ser hallado junto a un camino en la vecina Bedford. El forense dijo que Pérez, de 42 años, murió de heridas internas y dictaminó que se trató de un homicidio.
La policía de Mount Kisco ha reconocido que tres agentes respondieron a una llamada de Pérez al teléfono de emergencias desde una lavandería de Mount Kisco un cuarto de hora antes de que fuera hallado en Bedford. Los agentes decidieron que Pérez “no tenía un asunto policial”, dijo la policía.
En la rueda de prensa frente a la Corte Federal de White Plains, Mateo y el sacerdote Brian Jordan, de la Iglesia Francisco de Asís de Manhattan, urgieron a la Fiscalía Federal de Nueva York y al Buró Federal de Investigaciones (FBI) a investigar la muerte.
“La muerte no es una manera de deportar a una persona”, dijo Jordan, quien aclaró que no señala a nadie como culpable en el cuerpo policial de Bedford y Mount Kisco “pero queremos que la verdad salga a la luz”. “Si alguien tiene información acerca del crimen de Pérez, o de algún otro crimen, por favor comuníquese conmigo. No tema a la policía. Yo soy un sacerdote y le voy a proteger”, agregó.
La policía de Bedford continúa investigando la muerte de Pérez, y el jefe Christian Menzel dijo: “No descartamos ni dejamos de descartar” que agentes de Mount Kisco estén involucrados. Dos patrullas policiales de la localidad están siendo investigadas.
El jefe de la policía de Mount Kisco ha dicho que su departamento “sólo aceptará” la verdad, y la fiscal Janet DiFiore sostuvo el miércoles que no duda de la integridad de la investigación.
Mateo afirmó que está pidiendo una investigación federal porque “no es apropiado que las autoridades locales encabecen la investigación en el caso”.
Mateo afirmó que los tres hombres, que residían en la comunidad de Mout Kisco, habían tenido problemas previos con la policía. Mateo se reunirá el lunes con autoridades federales en la oficina del fiscal federal, así como con representantes del FBI y de otras agencias.
El miércoles pasado, el hermano de Pérez, Aníval Pérez, dijo a un medio local que René “no era un animal, era una persona” y pidió justicia para su hermano. Aníval Pérez, un jardinero que vive en Bedford Hills, dijo que su hermano llegó a Estados Unidos hace 15 años para mantener a su esposa e hija.
Fuente:ElDiario/LaPrensa
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