Dos perros se comen a su dueña en apartamento del Alto Manhattan
NUEVA YORK._ Aunque la policía de Nueva York, no ha confirmado las causas de la muerte de una mujer de la raza negra, identificada sólo como “Laura” en apariencia se la comieron los dos perros – un Pitbull y un pastor alemán – que vivían con ella y un hijo autista en un edificio de la Segunda Avenida, informa en su edición de hoy viernes El Diario/La Prensa.
Según una vecina hispana de la víctima, Airleen Ramírez, ella subió al apartamento de la occisa, que probablemente había fallecido hacía algunos días a requerimiento de otra mujer que le dijo que la madre del autista se había caído y necesitaba ayuda.
Cuando llegaron al apartamento, se encontraron con la dantesca escena: el cadáver ya en posición fecal y ambos canes a su lado, con los hocicos ensangrentados y tratando de alejar a todo el que se les acercaba.
El hijo autista de la muerta fue identificado como Wendy de 52 años de edad y era el único vástago de la infortunada.
Ramírez dijo que desconocía el porqué nadie ayudó al autista, cuando éste venía diciendo desde hacía días que su madre se había caído.
El hijo de la occisa, le dijo a Ramírez que no querían que subiera nadie, sino que llamaran a la policía, pero ellas decidieron llegar hasta el apartamento. Ramírez vive en el inmueble desde 1999 y conocía bien a la afro americana y al hijo de ésta.
Pero acorde con lo explicado por la latina, la víctima era una mujer con reputación de mal geniosa y confrontar frecuentes problemas con los vecinos. Por ello, pidió que la otra mujer la acompañara.
Nunca se imaginaron con lo que se iban a encontrar en el interior del apartamento situado en el piso 13 del edifico marcado con el número 21-90 de la Segunda Avenida.
“Desde el ascensor, se aspiraba el mal olor y mi amiga me dijo que esa peste era de muerte”, relató Ramírez.
Cuando llegaron, el autista les abrió la puerta, uno de los perros le ladraba. La amiga de Ramírez decidió abandonar el área.
“Había mucha sangre, el perro estaba encima del cadáver haciendo algo entre el cuello y el pecho, pero no estoy segura si se la estaba comiendo o protegiéndola, pero el animal tenía sangre en el hocico”, dijo sin salir del espectacular asombro y miedo que le causó la terrorífica escena, digna de una película de terror de Hollywood.
Indicó que había también sangre seca en las paredes. “El apartamento estaba desarreglado, bolsas con compras en la sala”, narró Ramírez que se armó de valor y le preguntó a la muerta si estaba “bien”, pero no recibió ninguna respuesta.
“Estaba como podrida, había mucha sangre y el charco de sangre que estaba debajo del cuerpo se secó también”, prosiguió relatando.
Grito y salió corriendo, pero el hijo autista de la muerta la agarró por un brazo y la detuvo. Le pidió que no se fuera y le dijo que su madre necesitaba ayuda.
“Le dije que su mamá ya estaba muerta y quizás por varios días por el olor tan fuerte que salía de su cadáver”, explicó Ramírez.
Ella corrió porque sintió mucho miedo y el perro estaba latiendo incesantemente. La policía que recibió la llamada a las 12:45 de la tarde de ayer, no ha confirmado las causas de la muerte de “Laura”, tampoco ha ofrecido las generales de la difunta.
El hijo autista fue llevado a un hospital para ser examinado y los perros trasladados al Departamento de Control de Animales.