Residentes de la zona universitaria denunciaron esta mañana que temen que pueda derrumbarse un edificio ubicado en la calle Elvira de Mendoza esquina Aristides Fiallo Cabral, por las excavaciones que se realizan para la construcción del Metro de Santo Domingo.
Mientras que, el director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRE), ingeniero Diandino Peña, dio seguridad de que no hay peligro de derrumbe.
Hablando por la vía telefónica con el director de este vespertino, dijo que la colocación de un aparato que provoca vibraciones es lo que está causando las preocupaciones de los residentes. "No hay la más mínima posibilidad de derrumbe", aseguró Peña.El pánico se ha apoderado de los residentes del edificio 301 de la referida vía, por el temor que se desplome en cualquier momento.La señora Clara Elena Florezán dijo que ya comenzaron agrietarse las paredes de la verja perimetral y que su gran preocupación es el derrumbe del edificio, porque creen que la zapata que soporta esa construcción será afectada.Precisó que obtuvo la información de que han encontrado un banco de arena en la zona de excavación frente donde vive. Dijo que los residentes en las proximidades de la construcción de la estación del Metro entre la avenida Máximo Gómez y la calle Wencelao Alvarez, no fueron avisados de los trabajos que se realizarían.Explicó que al igual que otros vecinos tenía contemplado abandonar su apartamento, pero que los trabajos la tomaron de sorpresa. Dijo que su hija que padece de asma y vive una señora de 80 años en ese edificio. Dijo que se les informó a los residentes que los trabajos en serían hasta las 10:00 de la noche, pero que ayer viernes trabajaron hasta las 2:00 de la madrugada.
La señora Carmen Jimeno, de 80 años, será traslada a San Francisco de Macorís para evitar contratiempo con la construcción de la estación.
La señora Leida viuda Garrido, quien vive en el edificio atendida por una enfermera también es afectada por la construcción. Florenza dijo que tiene una niña asmática que pensaba llevarla a un familiar cuando los promotores del proyecto avisaran sobre la construcción, pero que le tomó de sorpresa los trabajos.
Mientras que, el director de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRE), ingeniero Diandino Peña, dio seguridad de que no hay peligro de derrumbe.
Hablando por la vía telefónica con el director de este vespertino, dijo que la colocación de un aparato que provoca vibraciones es lo que está causando las preocupaciones de los residentes. "No hay la más mínima posibilidad de derrumbe", aseguró Peña.El pánico se ha apoderado de los residentes del edificio 301 de la referida vía, por el temor que se desplome en cualquier momento.La señora Clara Elena Florezán dijo que ya comenzaron agrietarse las paredes de la verja perimetral y que su gran preocupación es el derrumbe del edificio, porque creen que la zapata que soporta esa construcción será afectada.Precisó que obtuvo la información de que han encontrado un banco de arena en la zona de excavación frente donde vive. Dijo que los residentes en las proximidades de la construcción de la estación del Metro entre la avenida Máximo Gómez y la calle Wencelao Alvarez, no fueron avisados de los trabajos que se realizarían.Explicó que al igual que otros vecinos tenía contemplado abandonar su apartamento, pero que los trabajos la tomaron de sorpresa. Dijo que su hija que padece de asma y vive una señora de 80 años en ese edificio. Dijo que se les informó a los residentes que los trabajos en serían hasta las 10:00 de la noche, pero que ayer viernes trabajaron hasta las 2:00 de la madrugada.
La señora Carmen Jimeno, de 80 años, será traslada a San Francisco de Macorís para evitar contratiempo con la construcción de la estación.
La señora Leida viuda Garrido, quien vive en el edificio atendida por una enfermera también es afectada por la construcción. Florenza dijo que tiene una niña asmática que pensaba llevarla a un familiar cuando los promotores del proyecto avisaran sobre la construcción, pero que le tomó de sorpresa los trabajos.
